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El Rol del Ginkgo biloba en la prevención de los trastornos de memoria,
déficits cognitivos, arterioesclerosis y enfermedad de Alzheimer.
Autor: Dr. Jorge R. Alonso.
Médico. Presidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina. Miembro de la Sociedad Argentina de Antropología Médica (Asociación Médica Argentina). Director de los Cursos de Fitomedicina en las Facultades de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Universidad de Curitiba (Brasil) y Colegios Farmacéuticos de Argentina. Codirector de los Talleres de Plantas Medicinales y Atención Primaria de la Salud con aval de OMS/OPS. Docente del Curso de Fitoterapia Clínica de la Univ. de Barcelona (España). Autor del libro: Tratado de Fitofármacos y Nutracéuticos (©2004)
Introducción
Ginkgo biloba. Características y descripción botánica
En los albores del siglo XXI la ciencia médica ha logrado avances espectaculares relacionados con la prevención y tratamiento de múltiples dolencias, lo cual ha derivado en una mayor expectativa de vida, situada actualemente entre los 75 y 78 años (promedio) dentro de los países desarrollados.
No obstante ello, esta mayor longevidad no siempre está acompañada de una mejor calidad de vida. En ese sentido, los tratamientos de enfermedades crónicas en pacientes longevos ha derivado en un incremento muy importante en los costos sociales de salud de estos países. Dentro de este contexto, las enfermedades circulatorias cerebrales constituyen una de las principales causas de morbimortalidad, afectando esencialmente a las personas de tercera edad, derivando ello en internaciones prolongadas, elevados gastos en medicamentos y los sinsabores para los familiares de acompañar una situación muchas veces irreversible. Entre los cuadros más frecuentes derivados de los déficits de circulación cerebral contamos:
Ginkgo biloba
• Arteriosclerosis
• Enfermedad de Alzheimer
• Demencia senil
De todo esto, la pregunta obligada que uno se pregunta es: ¿Pueden prevenirse estos cuadros?. Indudablemente, a lo largo de nuestras vidas vamos incorporando al organismo, casi de manera inconciente, una serie de elementos que no siempre son benéficos ni bien recibidos por el cuerpo humano: exceso de grasas saturadas en la alimentación, tabaco, alcohol, estrés, sedentarismo, etc.
La segunda pregunta obligada que podemos hacer luego de esta lectura es: ¿evitando estos factores, evitamos las enfermedades circulatorias cerebrales?. Una respuesta lógica indicaría que en gran parte sí se evitarían. Sin embargo, la medicina no es una ciencia matemática, y posiblemente podrían jugar otros factores tales como la genética, la polución ambiental, los factores climáticos, los problemas emocionales y la toma prolongada de determinados fármacos.
La farmacología moderna, dentro de su incesante búsqueda de fármacos que alivien o mejoren la calidad de vida de las personas, ha centrado su batalla frente a las enfermedades circulatorias en dos blancos bien diferenciados:
• El reforzamiento de las paredes arteriales mediante la eliminación de radicales libres.
• La disminución de grasas circulantes y bloqueo de factores activadores plaquetarios.
Desde la aparición de los tradicionales y "viejos remedios" para la circulación cerebral (nicotinato de xantinol, vincamina, cinarizina, flunarizina), pasando por los nuevos agentes antagonistas cálcicos (nimodipina, nicardipina amlodipina, etc), en ningún caso se logró conformar un abordaje completo e integrador sobre las distintas causas que originan los déficits de circulación cerebral. Incluso los efectos adversos de algunas de estas drogas (cardiodepresión en el caso de antagonistas cálcicos, o gastralgias en el caso flunarizina) han limitado mucho su empleo, no vislumbrando un costo/beneficio que incline la balanza a favor de su uso.
Sin embargo, lo que la ciencia moderna y la farmacotecnología de avanzada no ha podido resolver adecuadamente, al parecer la naturaleza (acostumbrada a sorprendernos gratamente año tras año) pareciera tener la mejor respuesta. En efecto, existe un árbol antiquísimo que ha resistido cuanta catástrofe arreciara sobre la tierra y que durante los últimos 20 años ha sido estudiado exhaustivamente en este terreno al que nos estamos refiriendo: el GINKGO BILOBA.
Les propongo hacer un recorrido por diferentes tópicos que nos darán una información acabada sobre la potencial actividad de esta milenaria especie, que para muchos es considera como la mejor respuesta a los déficits de irrigación cerebrovascular.
 
• NOMBRE CIENTÍFICO
Ginkgo biloba L.
Sinonimia: Salisburia adiantifolia Smith.

• NOMBRES POPULARES
Español: ginkgo, árbol de los 40 escudos.
Portugués: ginkgo
Inglés: ginkgo, maindenhair tree.
Otros: ginkgo (Francés), ginco (Italiano), Echter Ginkgobaum (Alemán).

• DESCRIPCIÓN BOTÁNICA
Se trata de un árbol dioico, perteneciente a la familia Ginkgoáceas, caracterizado por presentar un crecimiento lento (15 cm el primer año, 30 cm el segundo, llegando a su altura normal (13-17 metros) en la tercer o cuarta década. Las hojas son bilobuladas y verdosas, tornando al amarillo brillante en otoño, con la particularidad de caer en dicha estación prácticamente en forma conjunta. El fruto es de aspecto carnoso y de color amarillo-verdoso, que al caer desprende un olor característico desagradable.

• HÁBITAT
El Ginkgo biloba es de origen asiático (China, Corea, Japón) siendo el único representante de la familia Ginkgoáceas, por tal motivo su clasificación botánica fue siempre dificultosa, respondiendo a un tipo intermedio entre las Pteriodófitas (helechos) y las Coníferas. Salvo en regiones montañosas del este de China, este árbol prácticamente no se cultiva.

• HISTORIA
De acuerdo con restos fósiles encontrados en Irán y España de 220 y 150 millones de años respectivamente, la existencia del Ginkgo biloba en el planeta dataría del período Jurásico. En el libro de medicina más antiguo que se conoce (Pents'ao), el emperador chino Shen Nun ya hacia referencia a sus bondades tónicas para el corazón y el pulmón. Los monjes budistas de China lo adoptaron como árbol sagrado. Debido a las propiedades terapéuticas conferidas a sus hojas, en extremo Oriente se empleó como moneda de intercambio entre comerciantes.
El término Ginkgo deriva del chino Yin-kuo = "damasco dorado". La intensa coloración amarilla que presenta su copa en otoño le confirió el nombre de "árbol de los 40 escudos". En tanto el nombre de especie biloba hace referencia al aspecto bilobular de sus hojas. Las versiones sobre cómo este árbol llega a Europa son varias, pero la mayoría señala al explorador inglés Engelbert Campfer, como su introductor en el siglo XVII. Al no tener parecido con ningún otro árbol, los botánicos europeos tuvieron muchas dificultades en clasificarlo. Inicialmente las primeras semillas recibidas se utilizaron para obtener ejemplares con fines ornamentales. En 1964 Lab. Schwabe de Alemania desarrolla el primer extracto estandarizado (EGb 761) que dio origen a gran cantidad de estudios clínicos.

• PARTE UTILIZADA
La droga vegetal está constituida por las hojas. Se recolectan a comienzos de otoño, cuando presentan un tinte amarillento. Las semillas y frutos son empleados únicamente en medicina china. Las características organolépticas indican olor escaso y sabor ligeramente amargo.

• CARACTERÍSTICAS MACROSCOPICAS
La hoja de ginkgo puede presentar varias formas, pudiendo ser muy dividida, bilobulada (lo más frecuente) o casi entera. El peciolo presenta dos haces de tejido conductor que se dividen en la parte superior del mismo y también en el limbo, según un modo dicotómico, dando a la droga vegetal aspecto estriado característico (en ambas caras) con aspecto de abanico (flabeladas).

• CARACTERÍSTICAS MICROSCOPICAS
La organización estructural de la lámina foliar presenta una faz adaxial que en vista frontal presenta células con formato rectangular con las paredes anticlinales sinuosas, siendo la sinuosidad más intensa en sentido longitudinal. En la sección transversal las mismas se presentan papilosas. En cuanto a la faz abaxial, en vista frontal las células presentan formas variables, siendo solo algunas rectangulares. Las paredes antivlinales son sinuosas y la pared periclinal externa presenta prominencias (papilas). Se observan estomas, caracterizando a la hoja como hipoestomática.
El limbo presenta un estrato epidérmico presente en ambas caras. El mesófilo está rellenado por parénquima clorofiliano, presentando ductos o canales e idioblastos con drusas. El pecíolo en sección trasversal de la región media presenta una fase adaxial plana y una abaxial convexa. Internamente a la epidermis, se hacen presentes células esclerenquimáticas. Los haces vasculares son circundados por células de esclerénquima. Hay presencia de ductos o canales e idioblastos con drusas, algunos con mucílagos.

• COMPOSICIÓN QUÍMICA
Las hojas presentan:

Glucósidos Flavonólicos (0,5-1%): Cerca de 40 estructuras han sido identificadas en las hojas, incluyendo derivados del epicatecol (epicatequina, epigalocatequina), dehidrocatequinas (proantocianidinas, prodelfinidinas), flavonas (luteolina, delfidenona = tricetina, etc) y biflavonas. Estas últimas están compuestas por dos estructuras de ciclo flavónico unidas entre sí, destacando: ginkgetina (la más importante), isoginkgetina, amentoflavona, sciadopitisina y bilobetina. Los flavonoles se presentan en forma de agliconas o como mono, di, o triglicósidos, estando en algunos casos esterificados con ácido cumárico.

Terpenos: De tipo diterpénicos se encuentran: ginkgólidos A, B, C, J y M (este último sólo en la raíz) y de tipo sesquiterpénicos representados por bilobálidos. Los ginkgólidos presentes en las hojas de este árbol (0-0,50%) no se han encontrado en ninguna otra especie vegetal, diferenciándose entre ellos solamente en el número y posición de los grupos hidroxilos. La cantidad de bilobálidos presentes en las hojas oscila entre 0.005-0,40%. Tanto ginkgólidos como bilobálidos se encuentran en menor medida en la raíz del árbol.

Las semillas contienen un 38% de carbohidratos, 4,3% de proteínas y 1,7% de grasas.
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Identificación (Arbonés Soler C., 1999).
a) Determinación cualitativa de flavonoides:
Puede realizarse por el método clásico (descripto en varias farmacopeas) de hidrólisis de glucósidos y su posterior detección por espectrofotometría, dando un complejo quelado de cloruro de aluminio. No es un método muy específico y permite tener una estimación solo aproximada del total de flavonoides en la planta. Con este método no es posible una determinación cualicuantitativa de agliconas. En el caso del G. biloba, el método no es reproducible dada la gran cantidad de proantocianidinas presentes que alteran el resultado. Sí en cambio, constituye un método de análisis selectivo de los flavonoides del ginkgo, la cromatografía líquida de alta resolución en fase reserva y posterior detección diode-array.
b) Determinación cualitativa de terpenos:
La baja concentración de lactonas terpénicas presentes en el polvo d elas hojas hace dificultosa su identificación. Estas sustancias presentan un espectero ultravioleta muy débil y además, deben extraerse primero mediante una matriz altamente compleja. Exiiste una cromatografía en capa fina (CCF) descripta en la BHP y en el libro de Wagner & Blat editado en 1996.
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Valoración (Arbonés Soler C., 1999).
a)Determinación cuantitativa de flavonoides:
Existen pocos métodos descriptos a tal fin. Algunos autores apoyan la cuantificación de biflavonas mediante cromatografía líquida de alta resolución (CLAR); en cambio, otros describen tres métodos de análisis selectivos con CLAR, para determinar flavonoides en el polvo, extractos y fitomedicamentos. En ese sentido, elaboran un método CLAR a partir de la hidrólisis de glucósidos flavonoides (muy abundantes en la droga vegetal). Resulta un método simple, rápido y reproducible para cuantificar las 3 agliconas: kaempferol, quercetina e isoramnetina. El procedimiento de trabajo consiste en 2 etapas: hidrólisis y extracción de glucósidos y puesta a punto d ela muestra. Las agliconas flavonoideas se analizan por CLAR en fase reversa usando un gradiente metanol-agua con 0,5% v/v de ácido ortofosfórico y detección UV a 370 nm.
b) Determinación cuantitativa de terpenos:
Por medio de extracción selectiva de lactonas terpénicas del polvo de la planta con metanol y agua (10:90) o de fitomedicamentos con agua, analizándose mediante CLAR en fase reversa con agua-metanol (67:33) como fase móvil y posterior detección infrarroja.
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